viernes, 22 de marzo de 2019

VALERIA MELCHIORRE / la desgracia del fuego




la desgracia del fuego


                        I

hemos incendiado vetas
de una madera inservible alguna
vez
            puesto leños
caducos a crepitar

sacrificado hojas de un diario
tan mentiroso como añejo
echado a foguearse
en la senda de la combustión
detalles

cada cual elige el modo de perder
lo que se ha sido
ya no es una ventaja
el as en la manga      el agua de a chorros
que atempera
lo que ha caído en
la desgracia del fuego

es preferible
guardar reliquias cenicientas
de lo que ayer fueran
usos    axiomas de la mente
antojos pertinaces

que ver a las costumbres distenderse
lavarse de sus hábiles patrañas
innovar 
llovido sobre mojado
puras                         renacer

como incendios no muy exuberantes
encienden intemperies de recuerdos fructíferos

santas revelaciones de cuerpos sepultados


                        II

cada cual elige el santo y la seña
de su puta memoria
capaz de acrobacias indignas
equilibrista de finos pasos
en su cuerda de burdos huecos

jamás afloja
con tal de no darse por vencida
y mustia

qué estoicos nuestros juicios
su caterva de creaciones juveniles
cuánta aptitud para la terquedad

quedarse rezagados es su oficio más tierno

                        III

quemar se dice en new age
soltar
yo para perder elijo
modos más viejos

me pesa eso de darme al aire
temo inmolar hábitos y todo
mi yo perplejo
entregar la fibra de lo que aprecio

me apremia la desconfianza
lo suelto es breve
sus ausencias temporarias

es tenaz la sustancia
                                   inerte
su apego al aire
dudoso su don de gente
cuando se trata del viento

¿y si se estancara
y si persistieran sus malabares
allá a lo lejos?

esta bolsa de kerosenes me acompaña

cargo en mi mochila un set completo
de vocales inflamables
fósforos adjetivos
estridentes y bermejos

mi vocación es la de frotar

áspera chispa de las palabras
vuelca el corazón a la hoguera

acomoda tus nalgas a la ondulación del fuego
siéntate con tu especie y con tus llagas
al descubierto

soy la oveja y soy la tribu
de este único ritual


                        IV

hay ceremonias que hablan
de la tierra

de su matriz benigna
de ecológicas misiones y sus magias
“compost humano” dice el diario
de hoy                        una mujer hizo
barro con su piel
con el pelo experto en llamas se hizo
al humus
las raíces de sus brazos
ya en desuso
serán nuestras futuras ramas

dicen que cremar es un país
alto en costos y energía
no renovable

y yo que nunca quise
hablar de eso

solo se trató de pequeños incendios

de lanzar al fuego alguna piltrafa
de apagar la humedad de estos
leitmotivs clavados
inútiles leños viejos

y quedaba tan cerca la muerte



                        V

algunos de los que amé quemaron
sus naves antes de tiempo

fueron dramas para el aire
su multitud de huesos
astillas de un pasado
puestas a chamuscar
estrellas de una pérdida
más íntegra y más grande

lo que se ha sido se va
junto con ellos

restregamos la falta con las yemas
de los dedos
piromaníaca prende
la cosa de la emoción
este souvenir perpetuo
echo al orden de las brasas

me siento a atizar con furia
flameante
y escribo


                                                                                                Valeria Melchiorre (inédito)




 Valeria Melchiorre nació en Buenos Aires en 1970.
 Es doctora en Letras por la Universidad de París 8. 
 Ha sido docente de literatura argentina e investigadora. 
 Tuvo a su cargo la edición y el prólogo de Poesía completa de Amelia Biagioni (2009). 
 Es autora de los libros 
        Amelia Biagioni: la “excentricidad” como trayecto (2014) y 
        La suerte del poema (2017), que reúne ensayos y reseñas aparecidos en libros y revistas diversas. 
 En poesía publicó los ahora inhallables 
        Los dictados de la moda (2012); 
        La cita, junto a otros tres poetas en el volumen Invocaciones. Cuatro poetas en la voz del mito (2012); y 
        El hombre que soy yo en un cuadro de Francis Bacon (2013). 
 Ha traducido poesía del inglés y del francés, entre otros a Pierre-Jean Jouve, junto con Ricardo Herrera: De Las bodas a Tiniebla. Antología poética 1925-1966 (2016), volumen cuyo prólogo también redactó.




domingo, 10 de marzo de 2019

Kovacs - Foolish (2018) / KOVACS / SHARON KOVACS




Sharon Kovacs (nacida el 15 abril de 1990), conocida profesionalmente como Kovacs, es una cantante holandesa de Baarlo.
Kovacs estudió en Rock City Institute, una escuela vocacional en Eindhoven, Países Bajos. Se graduó en 2013. En 2014 trabajo con el productor Oscar Holleman para grabar su primer EP Mi Amor, el cual era en parte grabado en Cuba. El 1 de junio de 2014, la estación de radio holandesa NPO 3FM la nombró 3FM Serious Talent.3​ En 2014, ella tocó en varios festivales entre los cuales North Sea Jazz y Lowlands (festival).  El 2 de octubre, ganó el premio NPO Radio 6 Soul & Jazz de Holanda en la categoría "Mejor talento de soul y jazz".4
Su primer álbum Shades Of Black fue lanzado el 2 de abril de 2015, después de lo cual comenzó su gira por el club Shades of Black y tocó en varios festivales de Europa, Turquía e Israel..
El 29 de octubre, se anunció que ella es la cuarta ganadora de un European Border Breakers Award 2016.


miércoles, 6 de marzo de 2019

Entrevista informal a AZUCENA SALPETER

Azucena
   Me gusta mucho leer entrevistas, algunas son verdaderas.
   Si me hicieran una entrevista no sabría qué responder o más bien empezaría por contar y contar las mil y una noches, tal vez empezaría por el Billiken, la zanja de tarariras o el río donde pescábamos sombras.

Alicia: 
Querés empezar por la zanja de tarariras ?
Tararira es una palabra que me remite a tararear,y de ahí a cantar.Tal vez cuando pintás tarareás o cantás o escuchás música! ¿Música clásica?

Azucena:  
   La palabra tararira es un canto en sí misma, no?.
   Lástima que la música no me sale por la voz, igual canto cualquier cosa por fuera y por dentro es una hermosa melodía. 
   Si, sobre todo cuando pinto escucho música clásica, tenía una colección de casetes pero se rompió la casetera. Muchas veces cerraba los ojos y escuchando música salían unos trazos maravillosos.De todos modos hay una radio que de 8 a 10 hs pasa música clásica y después jazz, bossa  nova, rock y todo eso que me gusta. 
   La balalaica y el violín me fascinan. Pero no es nada raro supongo que a todo el mundo le gusta la música. Es tan necesaria como el pan, no?. Y ser músico es algo supremo. 

Alicia :
Antes habías mencionado a la revista Billiken, que acompañó a tantas generaciones de niños.Tiene algo que ver con tus comienzos en la escritura o solamente va por el carril de las lecturas?


Azucena:
   Sí. Creo que tiene que ver sobre todo con el entusiasmo por expresar.
   Lo que más me gustaba eran las frases a pie de página, me gustaban más que las historietas o la página central para colorear, apenas sabía leer y las copiaba. A veces eran pensamientos, aniversarios, versos o simples consejos. 
   Fantaseaba que Dios escribía en el Billiken.
   Recuerdo que una vez puse una de esas frases en el cuaderno y lo firmé como mío, ni yo sabía qué quería decir, pero era hermoso. La maestra se dio cuenta, por supuesto y dijo, "eso se llama plagio, de ahora en adelante inventá tu propia frase" y escribí un poema a la escarapela (la comparaba a una oveja, jaja). Me pidieron que la leyera ante toda la escuela, tenía 7 años y más que leer miraba el patio con las chicas en fila y me parecía que estaba en medio del mar que no conocía.
   Todo tiene que ver con todo, el Billiken, la inolvidable maestra (a la que también le escribí un poema, decía algo así como "delantal de jazmín almidonado tu voz siempre a mi lado"), el patio de la escuela, los teros entrando al aula, el olor de la caja de lápices, el manchón de la pluma cucharita, maravillas de la infancia. 


Alicia: 
Una belleza, ese recuerdo contado en pocas líneas contiene todo un mundo de creatividad y fantasía.Eso de pensar que Dios escribía en el Billiken, dice que Dios estaba.En ese mundo de la infancia estaba la familia también, la multiculturalidad, alguien que acompañó el trazado de las primeras letras y la lectura de las primeras palabras, alguien compraba el Billiken o autorizaba su compra ...


Azucena:
   Sí, Dios estaba, Dios o algo hizo que naciera y viviera aún sin respirar, pero esa es otra historia. 
   Y digo gracias por tu interpretación tan clara, que si no lo leo no me doy cuenta. Uno tiene tesoros guardados y no lo sabe hasta que los escucha en el habla del otro, y ésa debe ser una de las razones del poema, sin el otro no hay poema.

Alicia: 
Antes dijiste "Si me hicieran una entrevista no sabría qué responder o más bien empezaría por contar y contar las mil y una noches, tal vez empezaría por el Billiken, la zanja de tarariras o el río donde pescábamos sombras." Esa es una pequeña lista ligada a la infancia, me parece. Cual sería tu lista ligada a la adolescencia?

Azucena
   La lista ligada a la adolescencia es un ventisquero.     Sabemos que la adolescencia adolesce. La mía adolesció de todo. Yo venía de un pueblo (Formosa), de un río donde se aprende que todo se mueve, hasta las sombras. 
   De pronto me encontré con el cemento de una ciudad que no se mueve (La Plata) y estaba sola en una pensión, tenía 15 años. 
   Encontré el refugio de la biblioteca de la Universidad "Dardo Rocha", leía 5 libros por semana. Desde Maimónides hasta Borges y me atoraba. Leía sin guía, como loca. 
   Buscaba algo además de la nostalgia por la infancia perdida. Tomaba el tranvía 25 para ir a Berisso y ver el río. No era el mismo, por supuesto. 
   Tenía una amiga que quería ser monja y le contaba que yo quería leer la Biblia en hebreo. Ser algo así como profeta.  
   Aprendí el hebreo y el violín en un movimiento juvenil jalutziano. Quería trabajar la tierra.  
   
   Empecé de nuevo a escribir poemas, hubo uno que hablaba de los tres relojes en mi casa, (se refería a los tiempos para llegar a Israel) y ganó un premio en la AMIA que se perdió luego en el atentado. De ahí tal vez nació aquella parte de "Las puertas del cielo": "Ay abrazo/ juntura de mi alma/ estoy hecho de momentos/ no me enajenes los ojos en forcejeo de ángeles/ es tan breve el relato/ en qué otro lecho podríamos contarnos hermosas mentiras"
   Si voy a la adolescencia digo eso, hermosas mentiras en las que uno navega todavía. No leí mucho a Ciorán, pero creo que diría lo mismo. Ja, abrevamos de hermosas mentiras. 

   En definitiva, las listas apenas dan una idea para ordenar el caos, pero el caos prevalece y salta las edades. Confío que así debe ser. Todo salta, nada es inmóvil. Por ejemplo, me recordás el Billiken y hoy escribo que Dios escribe en el Billiken pero con mi perspectiva actual, no las vivencias de la infancia que son más mágicas. Ahora, son tal vez más trágicas y en esencia, son las mismas. Misterios de la poesía. O misterios de la diversión, ¿no es divertido?. De qué otro modo podríamos andar a los saltos como los ñandúes... 
   
   Agregaría ahora un recuerdo algo cómico de la adolescencia, había un programa "Noticiero Literario" por radio Universidad, lo hacía Susana Tasca, una escritora encanto de mujer. La escuchaba siempre hasta que me animé y me ofrecí a ser su ayudante, algo así como su secretaria. En qué cabeza cabe semejante pretensión, sólo en la mía, creo. Resultado que terminamos siendo amigas, ella, una mujer grande y yo una piba descocada. La única que leyó mis papeles delirantes y me alentó a escribir. Era un oasis en los días arduos de la adolescencia, por eso lo menciono y porque siempre me asombra cómo aparecen en nuestras vidas, en el momento exacto de la travesía, esos seres tan necesarios. Como si hubiera un incendio y te llevan en brazos sin darte cuenta. Después desaparecen. 



Azucena Salpeter 
Nació en Formosa (Argentina) en1942. Está radicada en La Plata. Es médica, poeta, narradora y pintora.

Libros publicados :
El pescador de sombras (poesía, 1979, sello de honor de la SADE),
 Y el cielo sonrió (poesía, 1989), Las puertas del cielo (poesía, 1996,) 
 y La mitad del cielo (novela, 1998).