domingo, 14 de septiembre de 2014

ROMINA CAZÓN / Hambre adulta

ROMINA CAZÓN                                       

Hambre adulta
(Del libro inédito: La mujer de Nazareno)



I

La lengua   grita tristemente
un apellido  extranjero.
Y es cuando se pudre el espíritu,
o cuando lo dejamos pudrir
y somos una vena débil,
una fisura  en la tierra.






II

Que la herida se abre, nadie lo niega.
Estar desnuda  no es pecado.
Ya no funciona el cuerpo femenino.
Que somos débiles, tampoco lo negamos.
Un hilo siempre nos amarra
a  un Dios cauteloso.
Que cerraremos la  grieta, nadie lo afirma.
Los dedos habrán de zurcir todas las llagas.



III


Duele sanar estando ceñida
en el vaso de aquel nombre
cuyos ojos miran a otra parte.
Duele estar adentro,
limpiando la mugre
que sale del fondo de la matriz,
la mugre  de más  adentro de una misma.



IV

Duele hacer agujeros,
mutarse cada mañana
y tener un rostro nuevo.



 V

Guadalupe,  tú que vas  al fondo
a encontrarte con el llanto,
(al fondo)
para ver cómo es la lágrima en otra retina
para ver cómo los labios  enloquecen
cuando se cierra una herida.
Guadalupe, saca esta ponzoña del ombligo,
esta tristeza de estar de pie con un dedo roto.






VI


La luz que aparece en la ventana
es  la misma luz sanadora de la vagina,
que toca mansamente los huesos.
Es la misma luz que nos acosa
al abandonamos libremente en las sábanas.



VII


Magdalena, el amor es sustentar la fe
después  de leer  el periódico,
también es  resistir al insomnio
y engañarlo con una palabra tierna.
En cambio la soledad  es el rechinar de la carne
cuando se la deja  en un colchón virgen,
junto a  unas manos solidarias.





VIII


La carne: un elemento que a menudo
se deja en habitaciones baratas
y es cuando solemos recoger las migas.

Sí, Guadalupe,
las migas  se multiplican
cuando  no se soporta
el cuerpo escurrido.
el cuerpo desprovisto.

Sí, el cuerpo habla
en numerosos dialectos
inventados en la alcoba
y es cuando somos de piel.

Sí, la piel  es de fuego,
el  fuego
(a  veces)
la vergüenza. 

La vergüenza
parte en el filo de los labios
y grita el hambre
hambre adulta
hambre polvo.


IX


Dominar el hambre
es someterse a una misma,
balbucear la misericordia.



X

Vaya silencio
cuando desde la  recámara
piensas en tus costillas
y te dejas enredar las manos:
sitio contrito, amable.
Yo me resbalo  con  un  anzuelo
en busca de una vocal.




Romina Cazón. Nació en 1981, en Jujuy, Argentina.  Escritora, artista audio-visual y promotora cultural. Reside en México desde hace lustros. 
Es autora de los libros: Con mis uñas de gata, (poesía, 2008), 
Patria Ajena, (poesía 2009),  
Del fondo de ningún vientre, (poesía, 2012) y
De sus piernas en  mi cuello, (cuentos 2013).
Publicó las obras visuales:   Artefatuo, (poesía visual, 2014) y 
Material On /Off, (poesía visual, ebook, 2014) y
Corderos (poesía visual, 2014)
Dirige la revista de arte y cultura, El humo (www.revistaelhumo.com) y ZONA NO VERBAL (www.zonanoverbal.blogspot.mx). Es responsable de Ediciones El humo.



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