CUZCO
La memoria impregnada de lluvias y de soles
peldaños cultivados, páramos y montañas
intermitentes pueblos modelados de arcilla
por antiguos alfareros de la tierra.
Sobre los techos bajos dos cacharros
una yunta de bueyes o de alpacas
invocando preñeces, cosechas, abundancia
en una sintonía de esperanzas en sepia.
Geografía con manchas de colores intensos
fucsias, verdes, naranjas,
violetas, amarillos habitan en polleras,
sombreros y tejidos de la mujer andina.
La magia de sus manos desprende las estrellas
¿Acaso el arco iris se refugia en sus dedos?
La frescura del agua y del viento en los granos
celebra epifanías en su sonrisa blanca.
¿Cómo expresarte Cuzco que te llevo en mis huesos?
Y sueño cuando muera que tu Águila se lleve
a horcajadas mi espíritu, con sus alas abiertas
se eleve al infinito
al cielo de Ananpacha.
EL AGUARIBAY
Nos rozan el alma
sin comprender razones uno
se queda en quietud
los ojos atrapados por la escultura
que su tronco modela
rugosidad de nudos y cavernas
para albergar los antiguos
misterios
aguaribay profundo, tu llanto
se vuelve grano rosado de pimienta.
Sobre la corteza suelo posar mis
manos
para buscar los latidos de tu savia
o pedir fortaleza a tu madera.
Fue en un temazcal, en su sagrado
inipi,
desgranando el helecho de tus hojas
con tabaco, yerba y copal
que se hicieron vapor y aroma
en la tersura de las piedras
candentes abuelitas primitivas.
Alquimia sanadora
en el ritual tolteca de
purificación.
PORTAL DE
ARAMU MURU
Portal de Aramu
Muru
color arcilla de la
tierra
atrás el llano
desciende lento
y la tormenta se
cuelga de tu cielo.
La música del sikus
nos envuelve
con su dulzura
ronca.
Ritual antiguo del
sacerdote aymara
tabaco y coca,
sonajas y semillas
blancas las flores en la ofrenda
nuestras voces y el
canto de los mantras
¿Nos esperan
Hermanos detrás del velo?
¿Perciben nuestro
amor?
¿Esta certeza de
encontrarlos
alguna vez
en la luz de
Paititi?
VALLE DE CHASCHUIL
Horizonte
coronado de sierras
leve fluir del
río en el invierno
territorio de
piedras y arenales
tu matorral
prefiere disimular matices
acoplarse a los
vientos
al sol, a las
heladas.
La mirada se
pierde
distancia
detenida.
Piedras
milenarias que silencian las horas
piedras de
sangre oscura
de grises
deshilados
espejadas de
nubes opacas de tormenta
piedras
verdinegras sin aristas
con tersas
redondeces de luna
abiertas al
espesor de la intemperie.
El pedregal cubre
piadoso las cenizas
de los que te
poblaron a la luz
de la pura
simetría de su cielo.
Stella Maris
Padvalskis nació en Buenos Aires, en el año 1950.
Licenciada en
Sociología de la Universidad de Buenos Aires, trabajó como Orientadora Social
en sectores populares.
Participante de
los Talleres Literarios coordinados por la Profesora Marilí Sostres desde 1997.
Maestra de Reiki
y terapeuta de Shiatsu.
Participante del
Taller de Pintura del Centro Cultural Quinquela Martín de Hurlingham desde
2014.
Publicó en 2018 el libro Travesías , que se consigue en la librería Rodriguez de Hurlingham.
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