martes, 23 de diciembre de 2014

MORÓN un libro de JUAN FERNANDO GARCIA (una nota de Alicia Gallegos)

MORÓN  /
JUAN FERNANDO GARCIA

una nota de Alicia Gallegos




1)

a) Morón es el nombre de la ciudad donde nací y donde viví mucho tiempo.

b) Morón es el nombre del perro de Juan Fernando.

c) Morón es un libro de poesía que escribió Juan y ganó un premio del Fondo Nacional de las Artes.

2)
En la tapa :  Un contorno que enmarca una silueta blanca, que sugiere la presencia de un perro,  que es Morón. Fondo y figura se funden , así como el nombre del perro y el del autor escritos uno junto al otro .

3)
Así y de ahí en más : un universo que percibimos como a través de una cámara de video que avanza y por breves momentos se detiene : 
en el río, 
en la isla, 
en las olas desplegadas sobre la orilla del mar, 
en las veredas de una ciudad, 
en el balcón de una casa : Bordes que no son abismos . 
Líneas que no son líneas de fuga. Bordes para detenerse, en la contemplación. Líneas para recorrerlas como niños sonámbulos en estado de poesía.

4)
¿Qué ve un perro ? ¿Cómo percibe los lugares, los paisajes? ¿Cómo una totalidad ? 
¿Cómo fragmentos? : ¿ Árboles y flores, camas, sillas, almohadones, agua, arena, viento, manos buenas, ojos buenos, lluvia, una puerta , una casa donde guarecerse y descansar ?
Nada sabe el perro de las historias de esos hombres que le dan comida y lo acarician, nada sabe de papeles, de contratos, de cuentas que pagar, de las cosas que dicen los libros o los vinos. No hace falta entonces rellenar los contornos con detalles que no forman parte de un cierto estado llamado felicidad.
La felicidad ,ese contorno donde no está dibujada la angustia , donde no hay abismo. 
Así lo ve el perro y así lo siente el humano fusionado emocionalmente con el perro. 

5)
Así tal vez es como se perciben los días felices : como una secuencia de instantes poéticos encadenados. Días en los que se puede ir siempre hacía adelante.
Así es la felicidad, esa continuidad difusa que dura lo que dura y no se puede medir con relojes ni describir con palabras. 
Vacío y contorno como las figuras de estos hombres que se aman del otro lado de la persiana americana : no es necesario describir el detalle de cada gesto, de cada cuerpo, de cada acto. El amor diluye los detalles.

Se diría  que los poemas pueden haber sido escritos en Japón , por algún monje budista : Hay desapego en el goce y el deleite. Hay desprendimiento en la generosidad de las imágenes perfumadas y leves.


Me gusta este juego entre lo abierto y lo cerrado, que no es casual en la escritura de un poeta que dibuja con palabras,  mientras camina sobre papel de arroz sin siquiera arrugarlo. Hay levedad porque él ha aprendido a transmutar la tormenta  en brisa que acaricia y en agua que beber.
Hay trabajo previo, para caminar sobre papel de arroz hubo que correr antes entre las piedras .

Es el trabajo de la poesía : combinar, fusionar los elementos : magia que a veces logra libros felices, días felices .

                                                                                 A.G.






Foto : Fabián Muggeri