martes, 29 de abril de 2014

j. seafree / EL CIELO NO RUMOREA




EL CIELO NO RUMOREA


“La poesía no es un árbol”
“El poema es lo que bebe el pájaro”

                                                                   (CHANTALL MAILLARD)





Elegir resulta a veces
un ejercicio de equilibrismo
permanente, solitario
incluso cuando los ojos
no persiguen expectativas.



En estos días largos
parece que pudiéramos ser
inmortales, eternos
acaso niños siempre.



Y si la poesía fuera un árbol
y cierto horizonte a la vez
en las más altas rocas
y junto a las más altas ramas
también hasta allí llevamos
nuestros más alejados recuerdos.



Los versos son sorbos de tiempo
las ideas y el agua habitan
la misma vasija, la de un cielo
sin rumor, sin veladuras.



Y aunque la música parezca
una alambrada infranqueable
la metáfora del agua, esa isla
avanza cada año poco a poco.

Isla, roca, árbol
mapa de ausencias
con olor a música.

Bebo vino
observo los árboles
movidos levemente por el viento,
cada libro es una jornada
el cielo no muestra prisas
la arena es aquí distinta.

Las viejas ramas secas
son tan viejas como la tierra árida
los labios y el paladar
no aguardan ningún metal, ninguna caricia
tampoco hará falta pasar página
ni siquiera destruir los embudos.

El tiempo no tiene conciencia
y el horizonte y el silencio
muestran a mi alrededor
su incólume mirada.


j. seafree
(junio 2015)






lunes, 21 de abril de 2014

POETAS EN EL UNDER / ALEJANDRO URDAPILLETA

ALEJANDRO URDAPILLETA 




MONSTRUO FLUORESCENTE DE SUSPIRO CRUDO

" Hay un dicho sufí que dice: " No hay Dios, sino DIOS", una búsqueda mía, por eso soy religioso, porque creo que la vida es para algo, que tiene un sentido, posiblemente sea dar, posiblemente, no se, tengo grandes dudas, sufro de dudas. Pero soy religioso por naturaleza, porque además la naturaleza me dió la religión, Viví mucho en el campo. Los bosques , las hiedras, los pájaros, los atardeceres...eso me habló de Dios, yo lo escuché, tengo buen oído."




EL ESPEJISMO

Soy un espejismo. No existo. ¡Un espejismo! Mi madre también lo era, ella era una nube y mi padre era escarcha. Soy un espejismo, pero ése no sería el problema, dado que hay muchos espejismos que viven normalmente, que van de paseo, que hacen compras. Pero no sienten porque son espejismos. Yo sí siento. Soy un espejismo que siente. Yo, por ejemplo, cada mañana apenas me levanto me rasco la cabeza y siento ¿que siento? ¡que me rasco la cabeza! Eso siento. Entonces enseguida me visto, me pongo los pelucones, los zapatones, poca cosa, los tapados de piel de Marta y voy a la alascena y cuento cuantos quinotos me quedan, y siempre son trece, entonces salgo corriendo como una loca hasta la fábrica de sabayón que hay a seis cuadras, y cuando llego a la puerta aplaudo así: ¿ve?, y digo: ¿hay alguien? ¿permiso? ¿se puede? pero como nunca hay nadie entonces empiezo a caminar por ese salón enorme con todas esas máquinas enormes reveladoras de sambayón, y entonces ahí siempre encuentro a alguien y le digo: ¿cuántos quinotos tengo? y le muestro, y siempre me dicen: ¡trece! o sea que no tengo errores en matemáticas. Soy un espejismo que cuenta. ¿Se dá cuenta? ¡Cuento! ¡Qué barbaridad!... ¡Qué vergüenza!... Y otras veces me maquillo mucho y voy a los restaurantes franceses, y despues de comerme los huevos de codorniz voy al baño y me miro en el espejo, pero por lo general no me veo, porque soy un espejismo, pero algunas veces me aparezco de golpe en los espejos, justo cuando me estoy mirando. Yo estoy convencida de que lo que me pasa es un pecado. ¡Tiene que ser un gran pecado ser un espejismo que siente! Por ejemplo, los aromas: cuando hay lluvia me veo impelida, obligada, empujada a ponerme el traje violeta de fiesta, el de la pedrería, y me arreglo el pelo con guirnaldas de hiedras y cardos y nardos, y me paro en la mitad del patio y lloro. Yo no sé que hacer realmente. Y a veces he sentido un estrépito en mi corazón, y el temblor y el ardor cuando alguno de los amantes que tengo me seduce desde el balcón de enfrente, cuando yo estoy sola, desnuda, recostada abajo del limonero todo marchitado que tengo en una maceta en mi alcoba, y las cortinas se vuelan con la brisa marina y los cantos de las lavandreas portuguesas se oyen a la distancia. ¡¡¡Y ni hablar de cuando esucho el crepitar de las fogatas enormes que hacen los muchachones en los baldíos!!! ¡¡¡Oh!!! Y cuando hace mucho calor pego alaridos. Así ¿Ve? Aahhhhhh así. Grito porque siento, grito porque soy un espejismo que siente. Cuando camino hacen ruido mis pasos ¿Se da cuenta? soy una pecadora nata. ¡Tremendamente pecadora! Cuando me abanico me gusta el aire que me da en la cara ¡Y además escondo los almanaques en los roperos para no sentir el paso del tiempo! Soy pecadora porque laboteo las raíces de los juncos y me nutro de las flores, y como arroz con leche con pasas de uvas. ¿Y sabe lo que hago a la hora de la siesta? ¡fíjese! Cuando todos estan durmiendo me llevo la silla plegable y me siento en medio de la plaza al lado de la estatua de lirios gigantes, y me miro las manos, estas manos, iluminadas y blancas, y entonces siempre en ese momento empiezo a escuchar los roces de las telas de los trajes y de las capas de los señores que vienen de parajes recónditos y lejanos, y despúes hacen todos una cola de tres cuadras y entonces siempre uno por uno se van arrodillando adelante mío y me entregan cada uno un rubí rojo como el destello en el ojo de aquella comadreja que una vez vi. Para mí es realmente vergonzoso pero no me queda otro remedio que decirles a cada uno: "Disculpe señor, pero soy un espejismo, no existo, so siento nada" Y se ponen de pie y huyen despavoridos. ¡Y si viera las caras de horror que ponen. Y a veces siento tanto, pero tanto, tanto, tanto, tanto, pero tanto, que a veces salgo corriendo por los pasadizos y por abajo de los puentes y entre las oscuridades de las canteras en donde los hombres buscan oro, y corro por los puertos antiguos, y lloro, siempre termino llorando. Y también sé tocar el triángulo ¿ve?, ¿escucha? y desde chica así, naturalmente, sin clase de música, ni pentagrama ni clave de sol. Es un don natural, ¿Ve?, ¿escucha? Y a veces bailo. Pero ahora no, porque me da vergüenza. No sé. Soy hija y nieta de espejismos, soy un espejismo, ¡pero siento! Tengo frío en invierno y calor en verano. Tengo la manía de mirar de reojo las calas que hay en los jarrones de las iglesias. ¿Será posible tanto pecado? ¿Seré taa, tan, tan, tan, tan, tan pecadora? ¿Tan pecadora puedo ser? Por eso si alguien pudiera ayudarme a no sentir más nada yo le estaría eternamente agradecida.





RETAZO DE LA POSEIDA



Es tradición muy edificante.


Le digo


recibida de las catacumbas


adornar los sepulcros


con emblemas


el emblema


por excelencia es la cruz


a su lado caen muy bien


el pez


el navío


el faro


el áncora


el cordero


el fénix


la siempreviva


no son de buen gusto al fiel


los genios alados


escenas mitológicas


las sombras lloronas


las columnas rotas


las estatuas de mujer con los cabellos desgreñados


la muerte en figura de esqueleto


los rostros de arpía


y mucho menos la guadaña.


¿Y la hoz?


¿ Y el martillo?_le digo_


Me eructa en la cara.


Gracias_ digo


gracias por el alimento que me das y el calor que fluye de tu tripa.


Te debo_le digo_ una vez más una reverencia de cortesía humana


una adoracion callada te debo


genuflexiones sencillas


una mirada


un ósculo leve de contricción


una imposición de manos


y un soplo.


Llueve_ me dice.




http://elblogdeurdapilleta.blogspot.com.ar/2009/05/monstruo-fluorescente-de-suspiro-crudo.html



Alejandro Urdapilleta (Montevideo10 de marzo de 1954 - Buenos Aires,1 de diciembre de 2013) fue un actorguionista y escritor uruguayo, que desempeñó su carrera en la Argentina.


Fue el segundo hijo de un matrimonio de argentinos exiliados en la capital uruguaya, tras participar su padre ―el coronel del Ejército ArgentinoFernando Urdapilleta― de un fallido levantamiento contra el presidenteJuan Domingo Perón. El año siguiente, al caer el gobierno de Perón, la familia retornó a la Argentina, donde Alejandro realizó todos sus estudios. Durante su adolescencia, mientras estaba radicado con su familia en el barrio de Martínez ―en la zona norte del Gran Buenos Aires―, comenzó a desarrollar su vocación de actor en la escuela de Martín Adjemián.1 2
En 1977 viaja a Inglaterra, donde consiguió empleo como mayordomo pero renunció al cabo de pocos años. Después de estar un corto tiempo enEspaña regresó a la Argentina en 1981.3
A partir de 1984 comenzó a participar, de manera individual y grupal, junto a Batato BareaHumberto Tortonese y otros artistas, en el Parakultural, hasta comienzos de los años noventa, así como, también, en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Entre sus espectáculos más importantes figuranAlfonsina y el malEl método de JuanaLa caranchaMamita querida,Poemas decoradosCarne de chanchaUrdapilleta en llamas y La moribunda.
En el teatro oficial integró los elencos de Hamlet o La guerra de los teatros(Teatro San Martín), El relámpagoMartha StutzAlmuerzo en casa de Ludwig W.Mein Kampf (una farsa) y Rey Lear. En televisión se destacó enEl Palacio de la RisaTiempo finalTumberosSol negro y Mujeres asesinas.
También se dedicaba a la escritura. Aunque él decía que no era escritor ni hacía literatura, publicó Vagones transportan humo (2000), elegido por Página/12 entre los mejores libros de ese año, Viva la mentira para el Ciclo Teatro x la Identidad (2001), Legión Re-ligión. Las 13 Oraciones (2007), y finalmente La poseída (2008). Sus influencias literarias eran, entre otros, Franz KafkaEdgar Allan PoeJulio Cortázar y Silvina Ocampo.4 Ganó siete premios por sus actuaciones: cuatroPremios ACE por su papel de Polonio en Hamlet (1991/1992),5 por El relámpago (1995/1996),6 por Almuerzo en casa de Ludwig y por Mein Kampf, farsa (1999/2000);7 un Martín Fierro por su interpretación de El Seco en Tumberos (2002)8 y unpremio Astor a mejor actor por su actuación en la película Adiós, querida Luna.
Falleció a los 59 años, el domingo 1 de diciembre de 2013 por la mañ


http://youtu.be/71NVbYdScs4

Un poema que habla sobre el deseo"... Fragmento del monólogo "Bebeto".





PAJARITOS EN LA CABEZA

En el rumor del baile supuesto de la vida, con engañifas, oropeles que se deshacen por las gotas de una lluvia, apenas cuatro o cinco alegrías disimuladas y un collar de disgustos, las Doñas pasean descoloridas, atadas a cien lazos de chismorreo. Sus ojos bizcos de envidia en racimos y la lengua colgando chorreando saliva, tacotean sus esqueletos sombreados, y se me vienen encima como perras de emperifolle: –Perdoná querida... pero... ¿Qué tenés en la cabeza? ¿Pajaritos?
Sin ton ni son y al tun tun la instantánea contestó:
Es como un nido
verán
y es un huevo.
En él hay universos alados.
Al abrir la tapa vidriada
emperlada
salen oropéndulas quejumbrosas
roncos manantiales azabache
alamedas lloronas
una vaca gris de ojos claros
y un musgo
todo con alas
¿y qué?
un minúsculo colibrí fluorescente
otro y otro y otro más
que al instante se van
pero que vuelven
cuando crece la luna
siempre
Además, lo siguiente:
carcajeos de urracas
el venteveo veteyateví
el desembarco del telendrón
las dendritas en sinapsis
calandrias remojadas en leche
y el aletear misterioso
el soplo del abanico
en mi frente,
la frescura deliciosa
de mi ángel sonriente
¿qué más?
Acá en la crisma: el oasis
con flamencos desplegados
el ejército de cuervos
de picos rojos
garzas, cisnes, horneros
zorzales cristalinos
trenzados en tul carmesí
chotacabras, luciérnagas
hielo, hiel, hueso, y caracú
y plumas y plumas
y plumas, más plumas
y después
la cola del pavo real
que me cae toda así hasta las patas
y se despliega
si me ponen ardorosa
¡Y guarda con mis arpías!
parecen hidras
¡mas mi tropel de avestruces!
¿y?
Tengo un huevo bendito
de un aroma que emana
de mi corazón encantado
porque se me canta
¿alguna queja?
Por supuesto poseo tiaras
y el mar
engarzado en flamencos
a la orilla de las orejas
y los aretes pendientes
de gavilanes áureos egipcios
¿qué tal?
Y aún esto:
me florecen aves del paraíso
a raudales
y en un rincón del jardín
tengo esa jaulita brillante
(mi tesoro de anís)
adoro encierro
los pies de mi Mercurio,
para beberle los mensajes
cada tanto
porque soy pájara
que viene desde una Enorme Risa
a revolotear el globo terráqueo
a dar néctar en jugo
a regurgitar colorinches
en los picos de los que duermen
se entumecen, se ahúman
para posarme
en sus cabezas
un instante
y después otra vez
volarme
robándoles el rubí azul
de sus tristezas
¿y qué? ¿no lo ven?
El que pintó al mundo
y al ángel Gabriel
al darme forma
tomó el mismo pincel
¡¡Y ahora!! ¡¡A volar!!
¡¡Urracas!!
¡¡Que me tienen harta!!
¡¡Que se me vuelan los pájaros!!


EL AMOR ES UN PRESAGIO
El amor es un presagio
incluso un objeto diurno
lleno de tirabuzones
Al amor no hay nadie
que lo iguale en el tiro de la pelota
Patea que da calambre
El amor es como un souvenir
de Etiopía
resguardado por monjas
que cuchichean y se tiran
de los chicles
unas a otras
El amor es un imán
No tiene pies y no sé si alas
pero baila sobre una piedra pómez
El amor hace que flameen
los relojes izados como banderas
No es nada que se parezca a nada
No tiene nombre ni cara
Puede sisear sobre la
mesa mojada de los mostradores
y te puede esperar en los baldíos
y desaparecer
cuando un fósforo se prende
El amor no es masticable
no tiene fibra
ni es mantecoso
pero en algunas ocasiones
se mantiene fresco en la heladera.
[Poema escrito para ser leído en el programa La Alfombra (1989), conducido por Urdapilleta en Radio Alfa del barrio de Belgrano.]
UNA BIZCA
Son como ataques que llegan de pronto y se terminó. No me voy a poner a relatar demasiado. Me limitaré a lo poco que quise conocer de ella. En un momento, con los huesos partidos, todo magullado, dejó de interesarme, y la abandoné.
Eran demasiadas salpicaduras y jugos raros para mí. Y además las señoritas que son bizcas deben ser abandonadas. No cabe duda.
María Esther en sus ataques escupía profecías.
Las orejas se le movían un poco, aireando el ambiente. Apoyaba la cabeza contra la pared, y empezaba. Podía ser que leyese las manchas de humedad, caídas de reboque, incluso que oyese a la araña, presunta amiga del profeta, en su tejer minúsculo ahí en el dintel, y que el bicho le dictase las frases, no sé.
Cuestión que se sacudía, espumosa, y de sopetón:
Negra mugre
soy posesa
vengo harta
del sol.
Soy del hambre
humo soy
del humo
humana
del hambre
hambruna
peste
vendrán lirios.
y quedaba baboseando la pared.
Después de golpe se componía, y ya de pie, giraba sobre sí misma mientras agarraba su lacio, negro, mojado cabello atrás de las orejas, con manos blandas y el gesto –qué se le va a hacer- en la boca y en los ojos bizcos.
María Esther, la señorita bizca había tenido un eructo del alma y en un espasmo había sacado de sí una profecía.
Al principio eran cortas y secas, chasquidos de látigo, lengüetazos, ardides y ardores. Frases. Un día se apareció arrastrando las patas como en cadalso. Semisonámbula al atardecer, derruida, hecha trizas. En las manos llevaba espinas negras pinchadas en las palmas sangrantes. Se hizo de noche.
-¿De dónde sacaste todo eso, perra?- le grité.
Abrió los ojos de un golpe y los cerró con otro, y siguió empezando a darme manotazos, y luego a golpes de espina y puños.
Le gruñí apenas y corrí.
Me puse a caminar por las verduras. Anduve un rato y vi un conejo. Al volver ella estaba tiesa, con un fierro de marcar vacas en una mano. En cuanto me acerqué, me dio en el hombro y me lo partió.
Desde el fondo, los caseros y los perros se mantuvieron alerta y prendieron los faroles.
Luciérnagas gigantes se volaron todas hacia donde estaba ella.
La música empezó:
tu abrazo
está entrando en mí
tu arma mortal
me mata
tu abrazo
-Abandoná tus armas- dijo y otra vez se levantó el fierro y esta vez me partió una pierna. Se apersonó rápidamente el hombre del juzgado y su señora, con el casero, tres o cuatro viajantes de comercio borrachos, una niña y un hombre muy alto, altísimo, moreno, con el cabello de petróleo, cuello de pájaro, sombrero negro, capote, y también bizco.
Yo estaba partido en varios pedazos. Empezó a incendiarse el aromo, no sé por qué, y entonces ella cayó en su misma furia sobre el fuego. Y gritaba:
¡Alacranes!
¡Hay espacio para todos!
¡Criptas!
¡Criptas!
¡Viene la fiesta!
¡Y la siesta! ¡Criptas!
Con toda la caterva de gentes que se había juntado en el escándalo, después de una buena fiesta, nos dormimos una siesta. Tal cual.
La bizca: predicción correcta, correcta la bizca. Conclusión: a la mañana siguiente la levanté de la cama a latigazos y la até a una soga larga a la vez atada a la montura de mi caballo. La arrastré al trote casi tres leguas por el choclal, y la llevé directo a la Academia para Bizcas, adonde pensé meterla pupila, por bizca.
Eran épocas políticas y mi estampa agraciada me había dado cierta popularidad en el internado ese, porque yo había acudido con frecuencia con excusas y averiguaciones respecto al tema de María Esther, aunque en realidad, debo confesarlo, mi debilidad eran las bizcas, cualquiera de ellas. Por eso, en el tumultuoso estar entre tanta bizca, como en una visita a la exposición rural, tanta pero tanta bizca junta me hacía volver y volver a esa Academia Internado. Llegué a donar pianos y máquinas de coser, por eso todas me conocían. Pianos y máquinas de coser por bizcas.
Ese día en el que llevé a María Esther, todas las bizcas nos miraron llegar por los jardines de la residencia, desde tras de los árboles. Y como cada bizca ve doble, entonces las bizcas se duplicaron, cuadruplicaron.
María Esther estaba tranquila. Iba como rezando. Después frenó de golpe, y yo dije: ¡cagamos! Pero no, no le vino la profecía. Le vino algo así como agrado. Empezó a tener una sonrisa malévola. Ojos y ojos y ojos más ojos, y de pronto la sonrisa. Los ojos bizcos le desaparecieron de la cara y la cara se le transformó en sonrisa. Todas las bizcas la imitaron. Habían descubierto el nuevo baile, o algo así. De pronto era un bosque de sonrisas. Todas tras los árboles.
Tuve que volverme.
Mi caballo se detuvo en la mitad de los pedregales, en subida y se me murió, ¡así que caminé! A ella ni la despedí, ni la miré, ni sé cómo quedó. No me importaba.
Esa noche, cuando calló el ladrido de los perros y la vi venir pasando la tranquera, arrastrando las patas por el camino de los eucaliptos, pensé: ésta me entierra. Y atrás mío sentí algo o alguien que decía: cripta. Esa noche ninguno de los dos dormimos, haciéndonos los dormidos. Afuera había una brisa constante.
Al otro día la abandoné. Dejé todo.
[Texto escrito hacia 1997. no representado.]
Alejandro Urdapilleta nació en Montevideo, Uruguay el 10 de marzo de 1954. Se nacionalizó argentino. Es actor, guionista y escritor.
Obra literaria: Vagones transportan humo (2000), Legión Re-ligión. Las 13 Oraciones (2007) yLa poseída (2008).



http://youtu.be/71NVbYdScs4


http://youtu.be/gK378t9VP74














GABRIEL MORENO / BREVE ANTOLOGÍA

GABRIEL MORENO

BREVE ANTOLOGÍA





Elizabeth Barrett Browning  

                                                 «... and if God choose I shall but
                                                               love thee better after death.»



Si un día he de morir,
que sea ahogada
en los ríos de Florencia.

Quiero caer desde un balcón
lentamente,
tras una puesta de sol,
en otoño,
acompañada
por una suave corriente
de flores amarillas.
Desnuda,
con los órganos
encendidos
como lumbre de castañas.

Quiero caer
justo en el lugar donde se refleja el puente,
allí donde las aguas escurridizas
se calman
y el universo
se hace espacio
entre las comparsas de mi mente.
Quiero morir
justo al caer.
Que se deshaga mi cuerpo
como una amapola
despojada de sus pétalos.
Quiero que todo se disuelva,
que no quede nada,
quiero desvanecer
entre las aguas de Italia
y dar lugar,
por fin,
al milagro
del
silencio.


 del libro Londres y el susurro de las amapolas, Omicron 2007








GIACOMO LEOPARDI   



Cuando llegue
la última hora
y por última vez
mis párpados
caigan rendidos,
que sea como cuando el cielo
parió esta noche,
que algo inmenso
se encienda
antes de la oscuridad
infinita.

!Oh sosegada simetría
de azucenas y cipreses,
canto armónico de grillos
y luciérnagas,
solemne madurez
de ríos y montañas!
Ningún humano será
ni ha sido más sabio
que el vuelo de los pájaros.

Yo, una deslucida imagen
en un glorioso paisaje
he castigado mis miembros,
mi carne, mis huesos.
Mis ojos enrojecieron
consumiendo atardeceres
y no hallé sosiego
en el candor de las palabras.

Ahora mi vida es un año
de dos largas estaciones,
mi mente se columpia
entre una vejez prematura
y una perdurable infancia.

¡Oh ilusoria existencia
de traicioneras esperanzas!
¡Oh desdichado pensamiento
lánguido y triste!
Nostalgia de
patios y balcones.
Necios llantos,
pesadez bochornosa
de inhóspitas horas.
¡Qué hombre no daría
un brazo, una pierna,
por la quietud
de los crepúsculos!


del libro Voices from the Blue, Omicron 2008







Te amo porque tengo imaginación 



Te amo porque tengo imaginación,
porque veo inquietos dragones dorados en los cuadros antiguos,
porque un ángel azul se te posa en la espalda,
porque salen flores pequeñas de las puntas de tus dedos.

Te amo porque tus labios planean como inquietas mariposas,
porque me despierto y huelo a lirio,
porque en sueños estuve en un baño de orquídeas,
porque hay colores indios en las paredes de mi casa.

Te amo porque me bañas en aceites Jordanos,
porque ya no me ciega el serrín de mis fracasos,
porque mis ojos han adoptado un brillo metálico,
porque has abandonado el abrigo de tus padres.

Te amo porque hay caracolas y conchas en el baño,
porque en el segundo piso una bailarina exótica
del algún país del lejano oriente está concentrada ensayando sus pasos,
porque hace tiempo que no siento indigestión,
porque tus pies me hacen perder el tiempo,
porque podría mirarte y olvidar que trabajo,
porque veo una bandada de gorriones celestes
que insisten en despegar siempre desde la cordillera de tus pechos.

Te amo porque ahora entiendo el mensaje del color verde,
porque tengo ganas de colocarme una diadema con tu nombre
y salir a la calle gritando que concibo la muerte.

Te amo porque tu corazón es como una ciudad gigante de nácar
y llevo días absorto en el misterio de sus murallas.

Te amo porque creo que hay un valor intrínseco en los cuadros de Kandinsky,
porque escucho Sparklehorse y una miel espesa se despliega por mis venas,
porque no puedo subir las escaleras sin recordar que existes,
porque así lo dicta Cummings, Browning, Edgar Allen Poe,
te amo porque llevamos años caminando la cuerda floja,
te amo porque tengo imaginación.



 de Cartas a Miranda , Omicron 2009







Era la niña en ti que yo amaba  (Cartas a Miranda)


Amor, desfilará el tiempo,
decenas de inviernos
rozando tu frente.
Se agotará el botín de tu belleza
y como un traje antiguo
alguien te sacará para recordar.

Amor, no habrán más paseos altivos
de domingos por el centro,
no más miradas,
ni apuestos pretendientes,
no más falsas palabras encubiertas bajo un verso.

Amor, cesaran las mundanas envidias,
mujeres comunes que desfilan bajo tu hombro,
ellas no poseen esa joya que
algún día tú deberás perder,
usaran tu carne para declamar
la tiranía de los años.

Entonces, amor, será mi hora,
despojada de forma cual agua liberada
te acercaras a mi con reparo adolescente.
Cuando mis brazos te reciban,
tú, al fin, me creerás,
era la niña en ti que yo amaba.

de Cartas a Miranda , Omicron 2009










La Mañana    

                                                Ha una corona di freschi pensieri,
                                                Splende nell’aqua fiorita.
                                                                            Giuseppe Ungaretti





¿Veis la luz que en la lejanía se esparce?
esa soy yo.
Ya amainó la tormenta,
su excitación reducida a una mera nube negra,
si me preguntaseis ¿qué paso?
os diría que no me acuerdo,
la noche sublevó indóciles demonios,
yo, una vieja madre hastiada de regaños,
giré la cara y limpié los desperdicios.

No es que no me importéis,
más bien lo contrario,
cuando pienso en vuestras vidas
hambrientos pájaros colman mis visiones,
mas no soy ingenua y no aprenderéis,
seguiréis colisionando los unos contra los otros.

Cada mañana, desvelando el horizonte,
¿cómo pensáis que me sentí?
historia tras historia,
amores de bricolaje,
tantos hombres y mujeres atosigándose,
al final yo también desistiré,
si no sabéis amaros
¿para qué otra mañana?


 de La Barca enterrada, Omicron 2009







El Faro  

                                  There were things you shouldn’t have seen,
                                  too young, too keen,
                                  children of the sea,
                                  unknown not to darkness.



Debí taparos los ojos,
cubrir con caracolas vuestros oídos,
suprimir  años de oscuridad,
¿de qué os serviría una luz?
demasiado tarde para un camino,
propasados sentidos,
indoctos sentimientos,
os amasteis por desesperación.
- confundiendo cada cuerpo con un faro -
envalentonando vuestros miembros,
sin criterio, sin dirección.......

There were things you shouldn’t have seen

Crías de ballena,
ajenas a las hélices,
¿de que os serviría una luz?
demasiado dolor,
demasiado recuerdo,
demasiado magnetismo
en la materia de las piedras.

There were things you shouldn’t have seen
children of the sea
too young, too keen,
unknown not to darkness.


de La Barca Enterrada








Las manos de Victor Jara  



Ya no tengo miedo
vuestra decrepitud me hizo amar mi canto
derrumbaréis mi sueño y el puente de mis manos
como un perro entraré solo en la noche solitaria
pero America sabrá que entré cantando.

Ya no tengo miedo
flores rojas alumbran el desierto de Atacama
motearéis el paraje urbano con agencias y negocios
haréis de mi morada una operación inmobiliaria
yo haré de mis piernas mi última almohada.


de Los árboles plateados, Omicrón 2010








EL KRAKEN
                                           Para Manuel Pérez Subirana



El Kraken de la noche nos devora
con sus labios negros y su piel de esmalte,
lo dejamos todo, ¿ahora qué?
¿Cuánto tiempo frente al vacío de su boca?
¿Cuántos pasos hasta el quid de sus entrañas?
Amigo, quise tu voz de la hora oscura,
quise deshacer el envoltorio urbano,
quise enfrentarnos al monstruo,
juntos, entre espejos y parches,
como dos niños disfrazados de pirata,
con nuestras fábulas de sable
y nuestras pistolas falsas,
quise que abordáramos el abismo.
El Kraken de la noche nos devora,
nada te pido sino que estés conmigo,
al alba, cuando me escupa el bicho.







GABRIEL MORENO : Nacido en Gibraltar en 1977.

Licenciado en filosofía y lengua por la universidad de Hull, Inglaterra (2000). 

Doctorado de literatura hispánica en la universidad central de Barcelona.

Completado fase de cursos; (2002-2005) 
Profesor de Inglés en el Institut d’idiomes Eurpoeus. (2002-2010) 

Director artístico del Lantern Society, asociación de poetas y cantautores Londres (2010-2012). 

Miembro del Poerty Brothel Nueva York (2013-2014) 

Cantautor y director musical del proyecto “Songs of Love and Decadence (2010-2014). 

Publicaciones con Omicron, Barcelona: Londres y el susurro de las amapolas 2007,
Voices from the Blue 2008, 
Cartas a Miranda 2009,
La Barca Enterrada 2009, 
Los árboles plateados 2010, 
Identidad y deseo 2010.
Publicaciones en inglés, 2011, The Hollow Tortoise, Orion Contemporary Londrés. 








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