(De Siempreviva , editorial Bajo la luna , 2009)
1.
Presencia
de mujer
frente
a fantasmas
Multitud,
lava reunida
en
esta plaza.
Silencio.
La
voz va pronunciar
sus
últimas palabras.
Vamos
a ser
Jazmines
mustios
Pero
también raíces/ sobras
Una
familia de hijos e hijas
construidos
de arcilla
la
más noble y oscura
la
doliente
Esta
enfermedad cala los huesos
Esta
enfermedad nos sobrevuela
El
ángel habla ahora
y
nosotros en torno
a
la pirámide
tiramos
las muletas
libres
de tradiciones en la espera
Porque
al final de cuentas
después
de la palabra
estaremos
limpios
Un
prodigio esta tarde
en
que la voz se apaga
Dadas
las circunstancias
comulgar
significa
casa,
comida
y
hasta tal vez
la
dentadura nueva
parece
que hemos caído en trance
o
agonía
Ella
abre los brazos
Pronuncia
algunas frases
y
se vuelve
para
llorar sus vísceras
por
nosotros
Carne
de animales
en
huelga
Bestia
feroz que en esta
bacanal
del duelo
respira
la
gran promesa
y
lo que es más
la
despedida.
7.
Como
las moscas domésticas
ocupan
gran
parte de la cabeza
y
se avalanzan sobre
los
puentes
portando
estandartes
con
su foto
La
generala
abre
la
columna
y
por ahí derraman lágrimas
los
tristes
¿Qué
enigma alberga
el
seguimiento
de
un personaje?
¿Qué
mapa se articula en torno?
Quien
se apropia
del
cuerpo muerto
posee
el mito
mientras
escribe
una
conspiración
contra
el olvido
(del Libro de la Luz, inédito)
manuscrito
nada de blanco sobre blanco
mejor un plumín fino
que debe mojarse en tinta china
para deslizar como un patín
encima de la hoja
el trazo leve
papel d´Archés aguarda
con su trama abierta
virgen
la novia espera
gota de miel
que dejará
el amante
PIEDRAS EN LA BOCA
Si al atardecer
consiguiera rendir mis brazos
de trabajar exhaustos
daría gracias a dios
por el regalo.
Pero no trabajé como se debe.
No al menos
a la manera extraña y sudorosa
de acarrear piedras
que muestran algunos escultores
Sin ir más lejos al estilo de
Irurtia
quien con su dura forma
hasta concibe un monumento
para exaltar el logro y la jornada
Mastiqué palabras como guijarros, eso sí,
las mastiqué hasta que
se hicieron sangre entre
los dientes
igual que si hubiera mordido
duros trozos de granito
entre otras piedras,
alabastro
o algunas menos bellas al oído
pero útiles cuando la rabia ocurre
necesarias también para
deshacer entuertos. Turmalina, digo,
ésa que no permite que se crucen por tu camino
las malas ondas
Ayer escupí una amatista a la que
por su tamaño, ni el gusto le tomé
Amatista tan grande que - tarde me di cuenta-
no se deslizaría por mi garganta
Quiero ablandarlas entre el
paladar y la lengua
para robarles la esencia
Doy vueltas en mi boca un ojo de tigre
como si fuera un caramelo de leche
.-Cuidado con la malaquita, es traicionera,
le digo a la hija de una amiga
trae energía más densa que la energía de otras
y sin que te des cuenta pronto vas a estar vos,
endurecida
Pero las chicas son jóvenes “se visten y salen”*
son bellas y no les interesa
la sabiduría que contienen las piedras
Necesitan lucirse
cual pavo
que se despliega
en coloridas plumas
-No las uses de adorno:
torturalas, mordelas, partilas entre los colmillos
aún si se te triza uno
hacelo hasta sacarles el jugo
como a una palabra
Así conocerás
que la domesticaste.
Podrás irte a la cama
con la conciencia limpia.
Tu boca bulle sangre
y la misión , cumplida
aunque seguís sosteniendo la creencia
de que no has hecho nada
a lo largo del día.
Si esta habitación adonde ...
Si esta
habitación adonde se reposa
fuera de
todo el mundo
mis dedos
extendería hacia una luz
invisible.
Prontos a derrotar
leyes del
movimiento.
A través de
un lieder me deslizo.
Homenaje
baldado
de quien
casi no espera.
Pero si de
esperar, eso se trata
qué hace el
color que no
aparece
para impregnar los dedos
en
blanquinegro y también la ropa.
El
esqueleto es
pentagrama
adonde se está inscribiendo
una melodía
que nadie
osa tocar porque las notas
tal vez
anuncian fuego.
Terrible
mancha sobre el cuerpo quedó
en otras
semejantes circunstancias
y ahí nadie lloró,
cada
lágrima hubiese sido de oro
más la
consigna era
no derramar
riquezas sobre el campo
enemigo.
Vivir
para
contarlo
era lo
único que
no debía
hacer
y sin
embargo lo hice.
Bordo de a poco
con
cierto
disimulo el
manto terrestre
que tejen amigas.
Este
vestido no es de luto está
hilado en
macramé
pero me
cubre entera.
Por eso lo
dejaron los inmortales
sobre mi
propia cama
para que
nadie espíe en cuarto ajeno.
María Cristina Santiago nació en Buenos Aires.
Es
Profesora en Letras egresada de UBA
Formó parte
del proyecto editorial Nusud y del consejo de redacción de la revista El
desierto.
Miembro del
comité organizador de la
ANTOLOGÍA ORAL DE LA POESÍA ARGENTINA ,
realizada por Libros de Alejandría en el Centro Cultural San Martín
En poesía
publicó:
Soy el Lugar de las Apariciones (La Lámpara Errante ,
1984), Fuera del Serrallo (Nusud,
1991),
Vidrieras De Ámsterdam (Nusud, 1996),
El libro de las aguas (Libros de Alejandría, 2003),
Siempreviva (Bajo la luna, 2009).
Soy el Lugar de las Apariciones (
Vidrieras De Ámsterdam (Nusud, 1996),
El libro de las aguas (Libros de Alejandría, 2003),
Siempreviva (Bajo la luna, 2009).
En prosa,
la nouvelle Lucía, por mirar de reojo, Ediciones del Citrino, 2000, colección
que dirige en la actualidad.
Vidrieras de Ámsterdam obtuvo el primer premio del Fondo
Nacional de las Artes, 1995.Este poemario fue reeditado por Ediciones del Dock
en el 2011
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