lunes, 17 de noviembre de 2014

OMAR REQUENA MEDINA / ALGUNOS POEMAS

OMAR REQUENA MEDINA 




Anna Nicole Smith


Como pueden
Los mansos carcamales que alguna vez murieron
De amoroso éxtasis
En oscuros clubes de desnudistas, arrastran sus huesos secos
Como tiza, a la señal convenida
Forman un pasillo y como pueden, con lo que tienen
Sacan al aire el triste canario que ya no canta
Con la inaudita fuerza que les queda
Lo hacen silbar para ti
Y salta la esperma con todos los colores del arcoíris
A cada lado de la alfombra roja
Y sonríen los reflectores mientras va pasando ella
Debajo
Pálida, soñolienta, con el escote manchado a vómito
Un poco de rouge corrido en sus mejillas
No resta candor ni belleza a la escena
Nadie osa discutir
Ninguno reprochará nada

Todos saben que levantar la vista
Del suelo sería ofender
A una diosa.









Francotiradores
          In memoriam Edelina Beltrán Ramos (Dina Bellrham).


Quita ésa música, Dina
Te llamaré Beltrán si no me haces caso
Si no enciendes la luz
No me importa si hablas de polillas ciegas
Basta, Dina, no jodas más con eso del agua tibia
Y las jeringuillas desinfectadas
Saca las piernas del agua
Respira que no te oye nadie

Deja de colgar bocabajo
Como el tarot del ahorcado

No te fotografíes así, no fumes sobre el teclado
Dina, mejor cántame algo en italiano
Y no me dormiré, lo prometo
Suelta el maldito libro de Pizarnik

Insúltame si quieres, dime cobarde
Indigno de ella (aunque no te perdono
Que me la hayas hecho llorar)
Pero por favor cuídate de los francotiradores, Dina
Esos que van por la selva carabina al hombro
Buscando a niñas solas
Dolientes

Mira que las bajan de un disparo, las dejan sin helio
-El rastro se ve a kilómetros de distancia-
Rotas y sucias a merced de monólogos
Que duelen incalculablemente

Desnudas las arrinconan, las zarandean, las festejan, las adulan
Terminan como pasto seco de antologías.






Mom


A madre
Últimamente le ha dado
Por sopesar las horas, torpes
Ridículas horas que no han de pincelarse
Nunca, salvo en casos de una muy lúdica
Desesperación
O viceversa

Hay una, dos iguanas enmarcándose
En el acuoso ojo de la ventana, inmunes
Al paisaje, hay nubes lentas
Y gordas volando a baja altura, hay hormigas por doquier
Hay huevos de sol escandaloso
Pudriéndose en el suelo

Madre mira, y sueña con volverse
Alguno de esos raros animales metafísicos
De los que ha leído por ahí
Quién sabe dónde
Mas el cuerpo insiste
Los cuerpos suelen ser tontos
-Le digo-
Tercos
Nunca oyen
Un cuerpo es sólo compañía.






Con música de fondo


Lo que ya nunca te dirá
Fue la madrugada en que llegó
Envalentonado y dispuesto
Al exorcismo
Que consigo traía el cartapacio
Lleno de fotos tuyas, pixeladas hasta el absurdo
De no distinguir en cuál de ellas
Aparecías desnuda
Y en cuáles no
Que las dispersó todas en su hamaca
Cuidadosamente, que se acostó
Sobre ellas como quien renace entre hojarasca
Que en lugar de tocarse como corresponde, bebió
Un largo sorbo de ron que lo hizo toser
Que cuando al fin sintió crujir el cuello
Del cisne
Aquél bolero falaz que llevaba rato
Tarareando
Lo rindió
Y lo hizo dormir.










Rancagua

1
El dolor que viene mordiendo el talón
Izquierdo desde hace rato
Zapatos sucios de polvo y tierra
La larga caminata que dura horas
Dejándome siempre
Frente al mismo sitio distinto
Distante

Lo milagroso y torpe
De que así sea

2
Hay lugares tan baldíos, tan solos
Tan hinchados de silencio
Tan llenos de gente extraña que va y viene
-Que va viene sin ningún pudor
Ni sentido-
Hay lugares tan tercamente volcados hacia afuera
Que son iguales a cerrar con terquedad
Los ojos
Y recorrerse por dentro

3
Juro que caminé
Lo más lento que pude
Que evité los descansos
Dilatados, las historias que ya nadie
Quiere oír
Juro que por momentos quise
Correr a todo lo que daban mis piernas
Mirando hacia atrás
Para dejarme
En evidencia, y que ni aún con eso
Logré darme alcance.






Selfie

Los  espejos no mienten
Si se los fuerza, devuelven
Gramo a gramo
Cada pestaña de tristeza acumulada.






Rue Sarduy

Ave fénix parisina, regodeada
En sus cenizas

Soplas la espuma del vaso
Y vuelan peces

Ideogramas del grueso de un cabello

Vuelves a soplar y es esa música
Entrañable puesta una y otra vez
Con el furor del cerveceo

Cuerpos enteros buscándose
Con esa otra hambre

Ceja rota
En el espejo del baño

Epifanías

Epífisis

Maitreya







Sábado de pueblo

Mentira
La auténtica vida no está
En otra parte, ni siquiera cerca
El mundo sube o
Baja de volumen, entra
Por la ventana, haciendo infructuosa
La lírica, revolviendo papeles
A la izquierda
Sensaciones a la derecha

La mano tiembla o se crispa
Eso es todo.





Kurt

El pie blanco del hombre blanco
El cuello
Los dientes blancos del hombre blanco

El alma blanca del hombre blanco

Ciudades, avenidas blanquísimas
Cielo sin mácula

El hombre blanco dirige sus pasos
A la blancura
Y estalla el relámpago: blanco por
Fuera, lechoso por dentro
Epifanía blanca
Sin imágenes

Los ídolos blancos del hombre blanco
El semen blanco del hombre blanco

Oh rostro angelical
De Brianna Love
Oh culo esplendente de Alexis Texas
Que Fred Astaire primero admira luego empala
Bajo una lluvia blanca

El sol blanco del hombre blanco
La vida blanca del hombre blanco
Como echarse de espaldas
A un público hambriento
El malstrom
Tantas veces prometido

Entonces, cuando el vértigo se hace
Insostenible
El poeta se sienta en una silla
Y se dispara al cielo de la boca
Con la guitarra.














Omar Requena Medina
(Caracas, 1972)
Cultiva la poesía y la narrativa breve. 

Cursó estudios de Artes Visuales en la Escuela Cristóbal Rojas y participó como oyente en los talleres de poesía del CELARG (Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos) 

Ha colaborado con diversas publicaciones web (Revista Destiempos y Revista Espiral, de México; blog del Escarabajo, Palabras Amarillas y Libros Peligrosos 2 en Argentina, y figura en el “Proyecto Patrimonio” de  Letras S5.com de Chile. 

Su novela Los Días Iguales, fue publicada por el Sistema Nacional de Imprentas de Venezuela en Noviembre del año 2010.






3 comentarios:

  1. Agradecido, querida Alicia. Un honor.

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    1. Alegría de haber llegado hasta tus poemas y poder compartirlos en este espacio!

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  2. Hola querido Omar, espero que estés bien. ignoraba que habías escrito en memoria de Dina, para mi una gran poeta. Te dejo mis saludos y gracias por tus poemas. Los busqué por Ricardo que te publico de nuevo. Saludos. Andrea (Benitez) jejej.

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