lunes, 24 de octubre de 2016

Alicia Gallegos / Peter, el hombre-gato

El hombre-gato

Pedro
Las ciudades cambian y nosotros también .
Hace algunos años yo era joven todavía y hoy he dejado de ser un anciano, para convertirme en un muerto.
Es triste escuchar a esa mujer diciendo que acabo de suicidarme. No me conoce. Amo a la vida y a sus pequeños placeres . La gente a veces habla por hablar así como algunos perros ladran por ladrar .
Nombrarme suicida tal vez les calme la angustia y les quite de encima la responsabilidad de ocuparse del asesino , señalarlo , acusarlo , hacer justicia .
Esta solía ser una ciudad tranquila , con temporadas más ruidosas que otras. Mi calle siempre fue poco transitada .
Me llamo Pedro y me dicen Queen tal vez porque siempre me gustó que me traten así , cual si fuese una reina.
Supe lucir mi pelo negro explosivamente brillante , mis bigotes me hacían sentir un Dalí rioplatense. Supe ser ágil y flexible . Supe ser rápido en la defensa y el ataque. Supe ser manso y agresivo. Campeón en salto. Audaz. Seductor. Tuve amores ,todos los que quise. Supe pasar semanas sin dormir , enfiestado , borracho de locura y luna llena.

Marta Elisabet
Las ciudades cambian y nosotros tenemos que adaptarnos.
Nosotros cambiamos y algunas ciudades no se adaptan . Entonces rebotamos contra las paredes.
Me gustaban esos autos pequeños . El Fiat 600 (fitito) , el Auto Unión, el Citroen Escarabajo.
Hoy vi pasar por esta calle cientos de esas camionetas enormes que indudablemente no son para la ciudad. Ahí adentro, los conductores observan todo desde la altura de un camión. Es raro pensar que se sientan bien conduciendo esos monstruos plateados .
Primero pensé que lo de Pedro fue un accidente, que el conductor no lo vió o no pudo preveer lo que sucedería ,no pudo evitar lo inevitable. Yo hasta podría testificar en  defensa de ese hombre, padre de familia o estudiante aplicado seguramente . Yo me ofrecería a testificar a su favor aunque escuché a alguien decir que fue un asesinato .
Después , estoy segura ,pensé que Pedro se quiso suicidar.


Luis Emilio
El tipo aceleró y lo pasó por encima . El ruido fue espantoso. Muerte en el acto.
El auto venía lento era hasta lógico que se hubiera detenido y esperado a que Pedro termine de cruzar .
Hablé sólo, no pude evitarlo y  dije en voz alta que el tipo lo atropelló a propósito . Esa mujer horrible dijo que fue un accidente y después dijo que todo fue porque Pedro quería suicidarse.
Me angustié y empecé a llorar en silencio . Me sentía rojo y a punto de explotar.Los mocos me ahogaban. No voltee para mirar . Caminé despacio sintiendo que me iba a caer .
Un instante antes Pedro estaba vivo. Me pareció gracioso verlo cruzar la calle con esa enorme voluntad que tenía. Adelante ! Un paso , otro más y otro. La cabeza en alto . Tan digno .
¿Pude haber hecho algo para evitar la tragedia ? Me quedé viéndolo a Pedro, admirándolo . Vi el auto que se acercaba , supuse que pararía . Me quedé viéndolo a Pedro, admirándolo
¿Qué otra cosa podría haber hecho ?
Increpar al conductor . Golpearle la puerta . Hacerlo salir del auto . Con algún objeto contundente abollarle el techo . Romperle un vidrio. Abrazar el cuerpo de Pedro. Y llorarlo ahí . Ahí mismo . Sobre ese hilo de sangre que rompía el asfalto. Arrastrarlo hasta la vereda .
No hice nada.
Caminé mientras lloraba y pensando  en esa fracción de segundo eterna . Una probabilidad era que pase lo que pasó . Y pensé que pude haber corrido y pude haber interpuesto mi cuerpo , frenar el auto . Algo.
Las ciudades cambian y nosotros también .
Las ciudades cambian y nosotros tenemos que adaptarnos.
Me convertí en un cobarde adaptándome a una realidad en la que hay conductores que transitan armados y violentos .Me convertí en un muerto. Yo también estoy muerto . Bloqueado igual que algún personaje de Black Mirror . Nadie me ve .


Pedro
¿Hay algo más hermoso que ir a visitar a un amigo a esa hora en que el sol empieza a ocultarse ?
Me gusta cuando me abre la puerta de su casa, él suele estar en pantuflas.
Me gusta su sillón tapizado en  cretona inglesa con grandes flores.
Me gusta su tono de voz. Su perfume. Me gusta su piel suave y blanda y muy blanca.
Cuando llego , él pone un disco de pasta con el volumen bajo, a veces chirria un poco de tan gastado y sin embargo es agradable.
Hay un pájaro en una jaula dorada, es amarillo y canta. Salta desde una pequeña hamaca hasta la pared de la jaula donde hay un trocito de vainilla entre los barrotes  . Picotea . Se baña . Es tanta su alegría que casi siento que se burla de mi, que me provoca .
Cuando llueve me pierdo estas visitas, no me gusta salir bajo la lluvia y prefiero quedarme cerca de mi ventana .
Pero es tan hermoso ir a visitar a un amigo a la hora en que el sol empieza a ocultarse.
Hace un tiempo que me duelen los huesos y me cuesta caminar . No puedo apurarme y de a ratos tengo que parar para recuperar fuerzas . Una infección mal diagnosticada en los oídos me dejó casi sordo pero cuando estoy con mi amigo no necesito escuchar demasiado.
No hablamos .
Sirve leche tibia con un jarrito floreado igual que el sillón . Después me ofrece algún scons o un alfajorcito de maicena relleno con dulce de leche. Como nada más que eso , lo uno o lo otro . Como despacito y bebo la leche cuando está casi fría.
Todo eso, a mi amigo le causa felicidad. Lo sé , puedo sentirlo. Es tan bello.
Desde que lo conocí me gustaron las diferencias que nos unían en lugar de separarnos.
Me hubiese gustado hoy ,poder llegar a su casa . Hubiese preferido no tener este percance en el camino.
No soy un suicida.

Juan José
Pedro no acostumbra a retrasarse. Es puntual.
Justo a la hora en que debía llegar sonó el teléfono. En general no me llama nadie. Era una encuesta del gobierno municipal . Acepté contestar para colaborar . Me gustaría que el país salga adelante . Yo no voté a esta gente , pero bueno . La encuesta era interminable.
De pronto había oscurecido y Pedro no llegaba . Miré por la ventana . Salí al pequeño jardín ubicado en la entrada. Nada.
Pasé la noche molesto. Inquieto. Perturbado.
Apenas amaneció salí a caminar por el barrio , enseguida encontré la caja de zapatos junto a un árbol y él adentro mal acomodado. Los ojos ciegos . En el cuello , el colgante rojo y el cascabel que le regalé para su cumpleaños. Lo cargué para llevarlo a mi jardín donde ya sepulté a mis otros gatos .




foto AliciaGallegos












1 comentario:

  1. gracias Alicia, un texto para antes de salir y ver mi pueblo convertido en una ciudad a medias, abrazo

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