ANGELICA SANTA OLAYA
Del tamaño de la sonrisa de la muerte
es el tamaño de la Tentación...
¿Qué es la Tentación
sino el desaforado pincelazo
que intenta dibujar con fuego
en la entrepierna del reloj
las despiadadas ganas de vivir?
Me bebo esa palabra tan roja,
tan desvestida,
tan manzana libre de culpa,
tan ganas de aventar por la borda todo
para atragantarse con sus redondas
y dulces gotas de sangre...
Y luego,
entonces sí,
con los mirlos cantando
en la cima del árbol,
sonreír...
y tal vez,
si la manecilla concede
abrazar un poco
el morir viviendo...
Angélica Santa Olaya D. R. Copyright
es el tamaño de la Tentación...
¿Qué es la Tentación
sino el desaforado pincelazo
que intenta dibujar con fuego
en la entrepierna del reloj
las despiadadas ganas de vivir?
Me bebo esa palabra tan roja,
tan desvestida,
tan manzana libre de culpa,
tan ganas de aventar por la borda todo
para atragantarse con sus redondas
y dulces gotas de sangre...
Y luego,
entonces sí,
con los mirlos cantando
en la cima del árbol,
sonreír...
y tal vez,
si la manecilla concede
abrazar un poco
el morir viviendo...
Angélica Santa Olaya D. R. Copyright
APOLOGÍA DEL MARRANO
Sí señores,
la mierda es inteligente.
Es mañosa y se disfraza,...
Igual se viste de traje y corbata
que colgarse al cuello algún elogio
escrito por una mano
que padece Alzheimer,
pero recuerda muy bien
el sonido del metal
y el suave color de la canonjía.
La podemos encontrar sentadita
esperando su cheque
en algún venerable sillón
o debajo de una banca en el parque
espiando besos para luego vengarse
embarrando zapatos
y aborregadas sonrisas.
Pero sé algo más:
El único animal que come mierda
sin bendecirla y sin usar cubiertos,
ese al que sí nos “echamos al plato”
sin deberla ni temerla
no sabe ni siquiera hablar
y come por hambre,
no para joder a otros.
Por eso escribo hoy
esta insuficiente, pero sentida
apología del marrano.
Bendito sea el marrano de Dios
que borra los pecados del mundo.
Dichosos los no invitados
a la cena del $eñor.
Angélica Santa Olaya D. R. Copyright
"De Leyenda"
Rojo Siena Editorial
México, 2013
Sí señores,
la mierda es inteligente.
Es mañosa y se disfraza,...
Igual se viste de traje y corbata
que colgarse al cuello algún elogio
escrito por una mano
que padece Alzheimer,
pero recuerda muy bien
el sonido del metal
y el suave color de la canonjía.
La podemos encontrar sentadita
esperando su cheque
en algún venerable sillón
o debajo de una banca en el parque
espiando besos para luego vengarse
embarrando zapatos
y aborregadas sonrisas.
Pero sé algo más:
El único animal que come mierda
sin bendecirla y sin usar cubiertos,
ese al que sí nos “echamos al plato”
sin deberla ni temerla
no sabe ni siquiera hablar
y come por hambre,
no para joder a otros.
Por eso escribo hoy
esta insuficiente, pero sentida
apología del marrano.
Bendito sea el marrano de Dios
que borra los pecados del mundo.
Dichosos los no invitados
a la cena del $eñor.
Angélica Santa Olaya D. R. Copyright
"De Leyenda"
Rojo Siena Editorial
México, 2013
No,
no soy una mujer
que ama solamente
con la miel chorreándole las alas….
No tengo siempre azúcar en los dedos…
ni el verso cada día dispuesto a la ternura…
A veces me sangran los labios
y soy una fiera que a dentelladas
intenta proteger lo suyo
y arranca pétalos a las flores
que impertinentes se atraviesan
con sus blandas dulzuras
en un día de ventanas cerradas
y sueños que se deslizan
por las laderas de algún infierno…
Entiende esto amor:
Puedo ser la puta que siempre has soñado
o la dulce gatita que se arrellana entre tus versos…
Negra, roja o azul cielo despejado…
Garra, caricia o arañazo en el testuz…
Pero siempre… escúchalo bien…
Siempre…
a dentelladas o a tus pies…
Te amo…
Miauuu...
no soy una mujer
que ama solamente
con la miel chorreándole las alas….
No tengo siempre azúcar en los dedos…
ni el verso cada día dispuesto a la ternura…
A veces me sangran los labios
y soy una fiera que a dentelladas
intenta proteger lo suyo
y arranca pétalos a las flores
que impertinentes se atraviesan
con sus blandas dulzuras
en un día de ventanas cerradas
y sueños que se deslizan
por las laderas de algún infierno…
Entiende esto amor:
Puedo ser la puta que siempre has soñado
o la dulce gatita que se arrellana entre tus versos…
Negra, roja o azul cielo despejado…
Garra, caricia o arañazo en el testuz…
Pero siempre… escúchalo bien…
Siempre…
a dentelladas o a tus pies…
Te amo…
Miauuu...
Angélica Santa Olaya D. R. ©
México, D. F.
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