RELEYENDO "EL LIBRO DEL DESASOSIEGO"
Esa manía de Pessoa de devaluar
los libros de autoayuda
(50 años antes de que fueran un boom literario)
me entusiasma.
Profeta de la propia observación,
me pregunto si renegó de alguno de sus defectos
bajo el peso de su inconsolable pluma.
No puedo menos que creerle todo (aunque finja).
Déjenme imaginarlo oficiando de noble enterrador
en un cementerio donde ningún recoveco le es ajeno.
DE LA SAGACIDAD
a Rimbaud
Nunca llegué a sentar a la Sagacidad en mis rodillas
tampoco la injurié.
El hedor de su aliento: ¡un abismo!
Preferí ser austero y distraído;
decir: "pronostican lluvia" o,
"cómo tardan en jubilarse las palomas".
Todavía dormita su viejo amor por mí, estremecido.
(Temo que alguna tarde se ofrezca ataviada
con una bombachita sedosa, lujuriosa,
rociado con "Trésor" de Lancôme el poderoso escote
y no me quede otro remedio que morir.)
José Emilio Tallarico. Buenos Aires. 1950
En poesía publicó:
Huésped y testigo, 1986;
Siglonia, 1988,
Ese espacio que tiembla, 1993;
El arreo y la fuga, 2000;
Andariveles, 2006;
Creés mirar lejos y otros poemas, 2011;
En torno a un simulacro y otros poemas; 2019
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