II
“Bajo
el cristal las flores olvidan
que la luz del sol existe,
y cómo temblaban bajo el rocío”
K.
Kavafis
La memoria busca ser borrada para ahuyentar
el dolor de los cachorros
alejados de las calles y sus risas.
Pequeños que expulsaron al frío
más helado del exilio, adolescentes que
empuñaron fusiles,
niñas que supieron cantar y amar hasta morir.
¡GENTES!
Escucho un sonido
de mandíbulas que baten;
son niños que se mueren de frío en
primavera.
Saben que la escuela es paraíso de otros
niños.
Existen niños que llevan balas en la
boca,
emiten vocablos que hieren…
Tan desatendidos:
los de matar, los de acabar muriendo.
IV
“ Quiénes son quiénes son. Qué
camada de muertos para el suelo que pisan
qué tierra entre la tierra mañana y hoy en mí
qué fantasmas de tierra obligando mi amor”.
Idea
Vilariño
La memoria, tierra fértil, abre su
vientre para devolver a sus hijos.
Sabe del silencio de los cuerpos
acallados, lloran las cunetas,
los montes y las entrañas del mar.
¿Cómo comparece una madre ante una
tragedia presentida?
¿Cómo se aprende a abrazar a un hijo
acribillado?
¿Cuál fue el último pensamiento del
hombre que se desvanecía?
¿Cómo lograr olvidar a un abuelo que
jamás has visto?
Abuelo pez, abuelo tierra, abuelo viento,
abuelo fuego-inerte.
¿Dónde
queda la patria
cuando uno se siente partir?
¿Y cómo vivir partido entre el recuerdo
y el ahora?
Para qué quiere una niña la memoria de
un capitán ausente,
las medallas, los honores de caídos o la
heroicidad del que habita
entre el plancton y sus galones
esparcidos de suerte abisal.
Para qué quiere el océano rosas rojas,
panoplias, uniformes, trofeos
de la patria, buques de la armada
invencible, botines de piratas
y el oro esquilmado de las Américas.
Para qué quiere el océano metal y
orfandad de patrias,
para qué, repite el eco.
V
“No
son los muertos los que en dulce calma la paz disfrutan de la tumba fría; muertos son los que tienen muerta el
alma y aún viven todavía “
Antonio Muñoz Feijoo
Quién se atrevería a negar que un solo
hombre no fuera torre, almena, patria.
Yo me atrevo a proclamarlo, yo que vengo
del lugar que se lamenta de un abismo
de orfandad y de su lepra.
Qué muertos enmudecen con las llagas del
alma en carne viva para persistir
en su extravío. Que incómodo afán de
hacerse ver y quiénes son,
en dónde se hallan los que exhiben su
presencia inconveniente.
Qué lento el
discurrir de décadas aciagas, cobardes, amordazadas,
asustadizas y ruines.
Qué anhelo de buscar el rostro blanco y
su sembrada luz.
Adónde fuiste a parar, con qué temblor
de boca y garganta entumecida de dolor.
Qué tristeza grande, espantoso el funeral
de margaritas, qué contenida furia
en los travesaños y la arteria que cruza
los campos, qué trance de cornisas.
Qué plañido de las madres, los
chiquillos y el río sin las ropas que lavar.
Qué perro que rastrea,
su osamenta perturbada,
su pulsar a contra ritmo,
qué lamento sin su amo.
Saben las calles de fantasmas, de aceite
de ricino, de hambruna,
de niños raquíticos y sus vísceras que
gritan,
saben de suspiros de leche en polvo en
las escuelas.
De libros no leídos y un pasar de las
páginas frías, con sabañones
en los dedos esclerosados de un mañana sin
futuro.
Saben los rincones a miedo y felonía. A
duelos sin rostros, sin cuerpos
que llorar, sin últimos abrazos, ni
adioses, ni testamentos, ni vino,
ni azucenas…
Perdura el hambre de rosas blancas y la
prisa de geranios
en los patios de colmenas humanas en
destierro.
Los poemas aquí presentados pertenecen al libro SABE LA NOCHE, parte primera LA MEMORIA DE LAS FLORES, poemas II, IV y V
Teresa
Ramos Oviedo (1961). Reside en Pamplona-Iruña.
Poeta y psicoterapeuta formada en la Escuela Española de Terapia Reichiana. Miembro del Ateneo Navarro.
Creadora de ANAITAVERSO, espacio dinámico y participativo para la difusión de la poesía, reconocido de interés social por el Gobierno de Navarra y del Grupo Psicosocial de Encuentro y Poesía.
Poeta y psicoterapeuta formada en la Escuela Española de Terapia Reichiana. Miembro del Ateneo Navarro.
Creadora de ANAITAVERSO, espacio dinámico y participativo para la difusión de la poesía, reconocido de interés social por el Gobierno de Navarra y del Grupo Psicosocial de Encuentro y Poesía.
En
el 2020 publica Cierta Belleza autoedición.
En 2017 publica: Bancales de perfume (Colección Poética y peatonal -Ejemplar Único-) con el pintor Gabriel Viñals. En 2018 reedita de nuevo Bancales de perfume con Cénlit Ediciones.
I Premio Concurso de poesía “Noches poéticas de Bilbao” 2015 con Sabe la noche y Premio del XXXVIII Certamen de Poesía “Rafael Fernández Pombo” 2012, La conjura de las letras. Ha tenido diversas colaboraciones con revistas y antologías.
En 2017 publica: Bancales de perfume (Colección Poética y peatonal -Ejemplar Único-) con el pintor Gabriel Viñals. En 2018 reedita de nuevo Bancales de perfume con Cénlit Ediciones.
I Premio Concurso de poesía “Noches poéticas de Bilbao” 2015 con Sabe la noche y Premio del XXXVIII Certamen de Poesía “Rafael Fernández Pombo” 2012, La conjura de las letras. Ha tenido diversas colaboraciones con revistas y antologías.
ph Ricardo Olmos |
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