LILIANA CAMPAZZO
I
Desde la
ubicación que me dieron
en el coche comedor
por sobre el libro que levante
en torre para evitar
interrupciones a mi dolor
vi entrar a una mujer rubia
llegaba limpia y fresca
como bajada de una fiesta
los labios rojos
las manos voladoras
su mirada pintada de azul
gasa naranja la envolvía
era todo lo contrario a mi
rubia era
transparente era
liviana
y sonreía
de no sé que
si no están las cosas para
andar
así de boca abierta.
Inmediatamente se sentó
enfrente
un tipo vestido para la
ocasión.
Se sentó con ella
pidieron champagne
la carta
se tocaron con suavidad
las manos
y se preguntaron
por qué alguien
cena sola
en un coche comedor
y me pidieron
que les sacara una foto.
Entonces tuve la
certeza que las palabras
que digo no dicen sólo lo que
dicen
si no que todo
en mi voz
dice piedra.
sentir todo el aire
que se mete por la ventanilla
del alma
y purifica sus ojos de piedra
la mujer debe saber
hoy
cual es el gramo justo
que pesa en la balanza
es ella o su cuerpo
¿es su cuerpo de piedra?
¿es ella de piedra?
El hombre no se dio vuelta
tras el roce apenas de los
labios
si no de sal
se contaría esta historia.
El despertarse en un vagón de
tren
sola
es un privilegio después de
haber andado
corriéndole el cuerpo a los
coirones
salvarse del delirio de los
mallines
que como oasis
se ofrecen a inmovilizar el
alma
volverse una
al propio mundo
a la propia casa
es un privilegio.
Sentarse en esta máquina
ponerse a salvo del dolor
de darse cuenta
de que no alcanzan los ojos
en este sur es un privilegio.
Textos
del Libro Casarse en tren.
( inédito)
LILIANA CAMPAZZO
Nació en Buenos Aires, en 1959, vive en la Patagonia desde el año 1976.
Ha participado de distintas Antologías, tiene publicados los libros:
Firme como el acaso,
Quieta para la foto,
Las mujeres de mi casa,
Escritos en el vidrio,
Yuyo Seco,
A boca de pájaro.
Quieta para la foto,
Las mujeres de mi casa,
Escritos en el vidrio,
Yuyo Seco,
A boca de pájaro.
Coordina talleres de lectura y escritura, es docente, trabajadora de la cultura, narradora oral. Vive en El Cóndor , un pequeño pueblito marino a treinta kilómetros de Viedma.
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